Zoe López Mediero

another roadmap uno
Another Roadmap for Arts Education

Consideraciones previas: otra vez y de otro modo.

Instituciones que aprenden. Hacia un prototipo de institución amateur es el título de la investigación doctoral que desarrollo desde el año 2013.

Ha pasado más de una década desde que comencé a operar en el contexto de la producción cultural con un acercamiento que entiende que comisariar (facilitar?) es un modo más de crear. Crear contextos, acercar posiciones, generar conexiones. Habitando, como algo que le es propio, el terreno de la educación y el de la investigación. Ha sido una década de práctica reflexiva, para encontrar unas formas y una voz que poder compartir. Escribo ahora con la intención de exponer lo más ordenadamente posible las preguntas que me han acompañado todo este tiempo. Ensayando la enésima formulación del mismo problema.

Quizá la idea de “blanco móvil” ayude explicar uno de los principios fundamentales del sentido de esta investigación. Así describía Olga Fernández (directora de esta tesis) nuestro objeto de estudio. Un objeto de estudio que se mueve, un problema que nos sobrevuela y que aterriza en diferentes cuerpos, momentos y situaciones, que muta permanentemente. Algo permanece pero algo siempre cambia. Creo que la parte mutante, que es la más interesante, tiene que ver con el ensayo, la prueba-error, y es una condición imprescindible para que algo esencial ocurra: que aprendamos.

Esta constante transformación del objeto de estudio y de sus condiciones de posibilidad podrá observarse en la rotación de posiciones de los que participamos de él; de cada “trayectoria” que es afectad en su devenir.

Este intento de seguir “con la cámara” el movimiento va a atravesar todo el planteamiento de la investigación. En algunos momentos, puede que el movimiento produzca zonas borrosas, por suceder de manera más violenta, apareciendo como un fenómeno en sí mismo, haciéndose él en primer plano, protagonista: incluso como el único problema importante. Otras veces será mejor tomar este movimiento como un presupuesto implícito, algo que está pasando.

Pero nunca olvidarlo, porque si no se hará confuso el planteamiento y porque es el modo que elijo para acercarme los experimentos, proyectos, artistas, contextos que pretendo estudiar.

Las palabras clave en torno a las que gravita esta investigación: mediación, investigación basada en la práctica, producción y agencia cultural, derecho a la cultura, han cambiado de sentido cíclicamente en las últimas décadas. Quizá es momento incluso de preguntarse si estos términos están de moda, en el mercado, o en disputa: ¿vivos!. La cuestión es que mientras que en el terreno de la crítica han sido ya desechados, como por cansancio, están siendo otra vez utilizados con fuerza y casi como un requerimiento en el contexto de la vida política (de la cultura).

En cualquier caso, antes de que esto fuera así, se hacía más difícil plantear una investigación como ésta, que se basa en la conversación como método, que pretende hablar con otros: preguntarse juntos.

Hace tan sólo un año, el hecho de pretender visibilizar los cuerpos que sostienen las instituciones o la necesidad y sentido de un afuera de ellas sonaban mucho más sugerentes, pero mucho menos comunes que ahora. Después de que se hiciera real el intento de asalto a las instituciones, el rescate de los espacios públicos, la existencia y la acción de una corriente que defiende la recuperación del espacio institucional y que trabaja para su transformación, podemos hablar con muchos de los que están siendo parte de este fenómeno que ya intuíamos en nuestras incursiones en la investigación en el año 2011. (Cita required)

Además,no sólo me interesa cómo esta investigación se relaciona con el objeto de estudio, sino también con su propio contexto. Me gustaría pensar si es posible tomar y transformar no sólo la institución cultural, sino también la institución académica. (Como se trata ampliamente en el número recién publicado de la revista IAE)

Para pensar cómo podemos operar con textos de autoría colectiva o con textos no originales, que ya han sido compartidos, discutidos, manipulados. Nos preguntamos si es posible introducir códigos y gramáticas inspiradas en la filosofía de la cultura libre en el contexto académico, renunciando además a hacerlo de manera magistral. Esperando que ,¡ahora si!, sea momento para hacer legible una posición como aprendices, con lo que de abyecto, incómodo o inspirador que esto tiene.

El contexto de la investigación: ¿es posible hablar de creación institucional?

El contexto de la investigación “Instituciones que aprenden… “ es el actual intento de redefinición de los espacios institucionales de la cultura, una de cuyas causas tiene que ver con su afectación por parte de los movimientos sociales. Esta redefinición se está produciendo no sólo desde el plano discursivo y político, sino también, y lo que más nos interesa aquí, desde la acción desde dentro de la misma institución. Se trata de abrir un debate sobre la posibilidad de la creación institucional, que se da en una encrucijada histórico-política que ha sido definida como la transición del welfare al commonfare (Fundación de los comunes 2014) y que podría ser abordada, dentro del campo de las instituciones culturales, desde la teoría y la práctica curatorial, por ejemplo.

Nuevas formas de institucionalidad o de resistencia a la institucionalidad que por estar en relación con lo social ponen en práctica otras estrategias. El objetivo es experimentar con otras formas de agencia, que al estar en movimiento, requieren rediseñar los indicadores, dado que lo que nos interesa es desvelar qué se mueve en ellas, cómo, y hacia dónde.

En la búsqueda de algunos antecedentes que puedan ayudar a entender los procesos más contemporáneos, en el contexto occidental encontramos el antecedente en la tradición de la autogestión que desde la década de los sesenta permite comparar de qué modos se han podido generar “parainstituciones” y desde dónde se podría hablar de la posibilidad y los límites de una transformación instituciónal”.

También algunas experiencias de escuelas de arte, en su mayor parte nacidas en el seno de la institución Museo y otras estructuras de la economía política del Arte, como Bienales y otros espacios efímeros del mundo del arte. A partir de estas y otras iniciativas, de distinto sesgo institucional o parainstitucional, lo que me propongo es pensar sobre la posibilidad de un prototipo de “institución amateur” que tiene como característica definitoria encontrarse en un proceso de continuo aprendizaje.

Esta es una investigación basada en la práctica que nace más de una necesidad de autorreflexión que de la búsqueda ortodoxa de los referentes teóricos o históricos que pudieran o no justificarla.

Sería algo positivo si esta reflexión revirtiera de nuevo en la práctica, aunque no necesariamente dentro de la institución cultural que la inspira y en la que trabajo desde el año 2007: Intermediae.

Esta experiencia concreta de creación institucional colectiva es indudablemente interesante, como otras, para otros espacios institucionales e incluso extrainstitucionales. Más allá del valor testimonial, que considero parte de mi responsabilidad y para el que no he encontrado mejor vehículo que una investigación doctoral, bien podría considerarse un manual de acceso a un código fuente institucional. Señalo esto porque el experimento Intermediae se caracteriza, entre otras cosas, por haberse visto abocado a jugar con los límites del marco que le ha contenido, encontrando así los impedimentos que la constituyen, y por tanto las grietas para hacerlos estallar.

El hecho de que sea la acción la que mueve el pensamiento convierte esta investigación, al mismo tiempo, en una necesidad y un deseo, en una desesidad (Orozco 2014). Mi práctica “mueve” la investigación y mi objeto de estudio está atravesado por la institución en la que trabajo. Desde esta necesidad-deseo, me propongo analizar éste y ponerlo en relación con otros modelos distintos de abordar la praxis institucional, entendiendo por praxis el ir haciendo de las instituciones. Para ello creo necesario resituar también las nociones de poder y gobernanza en relación a las nociones de mediación y aprendizaje. Lo que me lleva a plantear las siguientes preguntas: ¿Cómo y por qué construyen estas instituciones una gobernanza distinta, su propia gobernanza?, ¿Cuáles son los límites del poder de acción en un modelo de gobernanza propio? ¿Qué efectos tiene la política cultural de la que participa? ¿Cómo se afectan de lo social y cómo lo social se puede ver afectado por ellas?¿Quién queda dentro y quién permanece fuera? ¿Cuál es su relación con los códigos: quién puede descifrarlos, quién interpretarlos, quién modificarlos? ¿Cómo se produce y cómo circula el conocimiento y los saberes en esas prácticas institucionales?, ¿Cómo sería una institución amateur, una institución que aprende, y por tanto, autoconsciente y transformable? ¿Cómo se produce y cómo se reparte el capital simbólico en un espacio así? ¿ de cuántas voces se compone y qué dice cada una de ellas? ¿Qué aprendizajes se dan en su seno: qué tiempo requieren, cómo quién y cuándo cambian? ¿Cómo se podría producir un relevo? ¿Qué es/debe ser? replicable y qué debe ser comenzado desde cero en cada ciclo?

Marco teórico: la tercera ola de la crítica institucional.

Entre los debates que se han interesado por el funcionamiento de las instituciones podemos señalar la denominada crítica institucional como uno de los que más influencia ha tenido en la campo de la producción artística. La crítica institucional enmarca un conjunto de “prácticas artísticas que tienen que ver con la función de las instituciones artísticas y con las relaciones de poder del mundo del arte y sus mecanismos de exclusión”, un tipo de crítica que tiene varios puntos de inflexión desde los años setenta. Entre sus autores más destacados podemos señalar a Andrea Fraser y a Simon Sheikh. Éste último caracteriza una “tercera ola” o un retorno contemporáneo a los métodos de la crítica institucional, que implica un desplazamiento más allá del análisis crítico de las instituciones a partir de la posición del artista (que “desvela” su mecanismo y sus efectos reales de forma autorreflexiva) y que se orienta más a producir cambios y modificaciones en las propias instituciones.

Otra forma posible de pensar la institución que ya ha sido atravesada por los distintos giros posestructuralistas, podría ser una institución que, como señala Carmen Mörsch en una bella interpretación de las palabras de la antropóloga Patti Lather, se encargara de un “hacer queer”. Esta apertura conceptual resuena en la propia práctica de Intermediae. 1 Las formas de institucionalidad que venimos ensayando se diferencian por ser espacios en los que el fracaso, el error, la vulnerabilidad y la fragilidad pueden hacerse productivos, e incluso provocadores. Nos vemos reflejadas cuando leemos: “rechazar el dominio y control al moverse hacia la máxima proximidad posible, mientras se vigilan las trampas de la proyección e identificación, de modo que cada una de nosotras pueda permanecer como una extraña. Esto implica permanecer en el riesgo de ser despreciada y usar esto hacia un modo de experimentación positiva del estar, con el fin de provocar posibilidades éticas novedosas”. (…) “Hacer “queer” la propia práctica es explorar una manera de sobrevivir opuesta y discontinua, que va por delante de la configuración epistémica en la que una se encuentra, y que la infringe, pero que es obstinadamente posibilitadora. Estas rupturas, aunque finalmente nunca se alcanzaran, son siempre reactivadas como una inversión al generar nuevas ‘metodologías para salirse de la rutina” (Mörsch 2015).

En el caso de Intermediae este hacer(se) queer, podría abordarse como una forma propia de entender el comisariado que se identifica con la propuesta de una metodología institucional (o una pluralidad de metodologías), vulnerable(s), reactiva(s), imprecisa(s). Vista a través de otro marco, si la institución fuera el hardware y la práctica curatorial pudiera concebirse como el software, nuestro intento se caracterizaría por intentar diseñarlo en código abierto, susceptible de ser mejorado y transformado por una pluralidad de agentes y usos. A pesar de que en muchos momentos haya sido muy difícil ir más allá de un mostrar el código, en gran medida también por el gran escepticismo que impera en nuestro contexto, que es profundamente ácrata, rebelde, autónoma e individualista, que es capaz de desbordarse y empecinadamente crear nuevas y efímeras “instituciones” en el afuera, más que intentar cambiar las que se generan bajo el auspicio del estado. Fenómeno que nos llevaba a hablar del “comisariado de la escucha”, y que está también en el origen del término “la institución que aprende”: pues esto era lo posible y necesario desde el ámbito oficial: aprender del extraoficial.

Esta posibilidad de apertura se encuentra, desde su origen, en la misión institucional y procedimientos de Intermediae, un proyecto que se define desde 2007 como “un espacio de producción de proyectos artísticos basado en la experimentación y el aprendizaje compartidos. (…) pensado como un laboratorio de producción de proyectos e innovación social, especializado en la cultura visual movida por la participación. Investiga nuevas formas de implicar a distintas audiencias en esfera del arte y la cultura. Entiende la creación como un espacio de aprendizaje compartido y la experimentación como una forma de implicación en la producción cultural. Colabora con proyectos comprometidos con una perspectiva de trabajo comunitaria como una práctica con la que producir innovación y transformación.(…) La programación es abierta y se compone de proyectos y propuestas que ponen en relación a creadores, espacios, redes, experiencias y prácticas, explorando modos distribuidos de hacer.

Este modo de hacer también podría ser definido como comisariado menor, comisariado de la escucha o curadoría jaguar (a partir de Viveiros de Castro) y tendría en los procesos de mediación radicales (feministas, afectivos, del cuidado) una forma concreta de articularse.

Sin embargo, Intermediae es también muchas “otras cosas” que no caben en este relato instituciona que mencionamos más arriba.. Prueba de ello son las transformaciones que su definición ha tenido a lo largo de su tiempo de vida, apenas siete años. Estos cambios son pequeños, basados en matices y en la conjugación de vocabularios diversos, pero son el reflejo de tensiones y transformaciones internas y externas, que creemos que sería interesante analizar, incluso preguntándose si la definición originaria de Intermediae en 2006 (“catalizador entre ciudadano artista e institución”) contenía ya desde el origen esa posibilidad de transformación y qué es lo que la posibilita. Una forma de poner en práctica este “hacer queer” ha sido pensar los procesos curatoriales de Intermediae como el planteamiento de diferentes hipótesis que se han ido poniendo en juego a lo largo de estos años: ¿Y si Intermediae fuera un laboratorio? ¿Y si Intermediae fuera una escuela? ¿Y si Intermediae fuera la calle? ¿Y si Intermediae fuera una oficina de mediación de la ciudad? (Fernández 2014). De este modo se habita/experimenta un espacio institucional que se resiste a definirse a priori y en el que, debido esa negativa a definirse “antes” se desencadenan ciertos procesos aprendizaje que obligan a todos (personas y planteamientos) a un continuo reposicionamiento, y por ello puede entenderse como una institución amateur.

Siguiendo esta línea, entrecruzada y enraizada con la teoría de la educación, cabría preguntarse por ejemplo: si Intermediae fuera una “escuela”, ¿sería una escuela abierta a quién?, ¿enmarcada en qué tradiciones pedagógicas? En este contexto queremos investigar qué otras iniciativas pedagógicas alternativas han surgido históricamente como espacios en los que aprender e implicarse de y con los problemas que la estructura social y económica en los que vivimos. Asimismo investigaremos ¿qué tipo de espacios y qué tipo de herramientas críticas se estarían poniendo en práctica?, ¿cuáles serían las formas y fórmulas de producción del conocimiento y cuáles las fronteras disciplinares?, ¿qué papel tendría con respecto a otros espacios educativos, formales e informales, con respecto a otros laboratorios y espacios de producción cultural? Como modelos y referencias en los que apoyarnos para este análisis podemos citar: FoAm (Bruselas),Casco (Utrecht), Centre for Possible Studies (Londres), Tabacalera (Madrid), The Public School (Chicago), YouCoop (Barcelona), Aula abierta (Granada), Recetas urbanas (Sevilla), Betalocal (San Juan de Puerto Rico), Microsillons (Ginebra),Ptarmigan (Helsinki), commoningtimes (Berlín).

Junto a este campo de acción institucional, Intermediae se ha dedicado de forma intensiva a los debates sobre la ciudad, y no es casual que esto haya sido pertinente precisamente en el momento en el que la especulación financiera y el desarrollo urbanístico han llegado a un límite y en que la precariedad ambiental es patente incluso en el contexto urbano. Así, considerando los proyectos artísticos como prototipos (precarios) de acción en la ciudad, Intermediae se ve reflejado en el compromiso que otros “laboratorios ciudadanos” declaran tener con el objetivo de convertir la ciudad en un lugar de producción discursiva y artística relevante y con ello contribuir a su mejora. En este sentido, esta tesis se pondrá en relación con laboratorios como por ejemplo Cannon Ball (Miami), y r.a.d, (siglas de “research, art, dialogue”) un espacio que define “ as a forum for dialogue and exchange, will render cultural discourse in the city more robust and dynamic by binding it to global conversations. This is part of an effort to foster a healthy cultural sphere that retains creative and critical practitioners in the city, which will help continue to develop Miami as a site of significant artistic and discursive production”

Este debate sobre la institución se sitúa en un espacio intermedio entre por un lado la tercera ola de la crítica institucional y los debates sobre la nueva institucionalidad, por otro, el debate sobre “lo público”, “lo común” y sus transformaciones y además se alimenta de la fuerza del debate actual en el terreno de la pedagogía crítica provocado por el giro educativo y el giro social en los estudios curatoriales. Con respecto a los dos primeros campos, encontramos una serie de autores y textos de referencia como pueden ser Simon Sheikh, Nina Möntman, George Yúdice, Hito Steyerl, Andrea Fraser, Gerald Raunig, Charles Escher, Judit Butler, Manuela Borja-Villel, Jorge Ribalta, Colectivo Situaciones, Comité Invisible, Marina Garcés, Elinor Ostrom, Marta Malo de Molina. Con respecto al tercero nos referimos a los textos de Irit Rogoff, Bruno Latour, Lucy Lippard, Elke Krasny, Maria Lind, Anton Vidokle, Julieta Aranda, Paul O´Neill, Sophie Hope, Sally Tallant, Jana Graham, Grant Kester, Claire Bishop, Rafael Sánchez Mateos Paniagua, Tim Rollins, bell hooks, Carmen Moersch, Nora Sternfeld, Andrew Hunt, Louise Marie Pratt, Nora Landkammer, Liam Gillick, Kristina Lee Podesva, Henri Giroux, Eva Stürm, Javier Rodrigo, Aída Sánchez de Serdio, Antonio Collados, Jesús Carrillo, Manuel Delgado, Isaac Marrero, Eduardo Viveiros de Castro. Elegiremos los textos en relación a los debates que se desarrollan en el ámbito de las relaciones entre la educación y la historia del arte, tomando como un punto de arranque las prácticas y textos de Paulo Freire. Este autor defiende la responsabilidad política de la educación y denuncia los mecanismos de sumisión y violencia de la institución educativa, y lo hace en un contexto histórico en el que emerge una idea más amplia de “crítica institucional”, en la que se pone en cuestión también la institución arte. Algunas de las obras de Bertold Brecht y Walter Benjamin, de George Politzer, de Guy Debord, Lev S. Vygotski, Augusto Freinet, Augusto Boal o Iván Illich, pueden considerarse parte de la genealogía de una pedagogía entendida como ciencia social que se asoma al Arte por considerarlo el territorio de la imaginación política radical, no sólo como lugar de acción sino como lugar de reflexión y autorrepresentación.

Las metodologías: abundancia metodológica.

Pretendemos examinar esta práctica lo más cerca posible de su situación natural de funcionamiento: las situaciones, los contextos, los espacios en los que se producen. Las relaciones entre los agentes y los procesos nos llevarán a un intento de caracterización de una hipótesis: la “institución amateur”, como un relato sobre la posibilidad de una institución que es capaz de aprender. Debido a esta cercanía con el objeto principal de estudio, pensamos que la apelación a las herramientas metodológicas de la etnografía es de especial valor. Dentro de estas herramientas, las entrevistas y las conversaciones desempeñaran un papel fundamental. A partir de ellas, se articularán en torno a unos ejes concretos, para luego analizar las relaciones se producen entre ellas. Así, llegaremos a unas “conclusiones” a modo de caracterización, con la que poner a prueba la hipótesis general de que hay una lógica institucional en la que la propia institución se sitúa como aprendiza.

Investigación artística, creación institucional, mediación, producción y agencia cultural, rotación, transformación institucional, aprendizaje, relevo, replicabilidad, código, autorrepresentación, serán desplegados conceptualmente y aterrizados en casos concretos y prácticas situadas, a través de conversaciones con Manuela Zechner, Selina Blasco, Olga Fernández, Jana Graham, Isabelle le Gallo, Diego del Pozo, Mafe Moscoso, Patricia Esteban, Diana, Margarita Padilla, Silvia Nanclares, Manuela Villa, Eva Fernández, Maria Bella, Gloria Durán, Casilda Cabrerizo, Patricia Alemany, TXP, Tommaso Marzochinni, Zuloark, Juan López Aranguren.

Utilizaremos la entrevista en grupo como metodología de investigación. Heather Davis y Amber Yared explican en una investigación conjunta cómo y por qué han utilizado éste y otros formatos dialógicos para investigar sobre pedagogías progresivas e infraestructuras sociales alternativas. Esto es precisamente porque ejemplifican el desborde entre las fronteras entre las humanidades, las ciencias sociales y las artes. Traer la entrevista, tradicionalmente una herramienta etnográfica, al campo de la práctica curatorial, puede provocar un empuje hacia una “revisión de los procesos, actuaciones y procedimientos de la educación y de la producción de conocimiento” (Yared and Davis 2014). Davis y Yared se plantearon adónde les llevaría tomar las entrevistas como una forma de implicarse en la creación y como momento de aprendizaje, y sobre lo que sucedería a lo largo del proceso de investigación de estas estructuras dialógicas de una manera más formal. Del mismo modo, utilizaremos la entrevista y otros modelos conversacionales, dado que estaremos describiendo y participando en modelos y lugares de encuentro, intercambio y producción de conocimiento que se transforman, y en los que esa producción de conocimiento está vinculada a la búsqueda de otras formas discursivas y por tanto de práctica. De la misma manera que Anton Vidokle en su investigación para Manifesta caracterizara una serie de proyectos como “Education-as-Medium Projects” bajo una batería de premisas: ‘A tendency toward process ( versus object ) based production, an aleatory or open nature, a post-hierarchical learning environment where there are no teachers, just co-participants, a preference for exploratory, experimental, and multi-disciplinary approaches to knowledge production, an awareness of the instrumentalisation of the academy¨.

Asimismo, nos apoyamos en la etnometodología, que considera que “las actividades realizadas por los miembros para producir y manejar las situaciones de su vida organizada de todos los días son idénticas a los procedimientos utilizados para hacer descriptibles dichas situaciones (Garfinkel 1967). De hecho, para los etnometodólogos, la diferencia entre conocimiento práctico y conocimiento erudito no existen, ya que esta diferencia no se tiene en cuenta metodológicamente. Otro investigador, Steve Woolgar, en su estudio sobre la vida en el laboratorio de investigación, junto a Bruno Latour, puso nombre a lo que él llama “etnografía reflexiva”, inspirándose en la etnometodología. La etnografía reflexiva se propone dar cuenta simultáneamente del objeto de la investigación y del método empleado durante la misma a partir de la hipótesis de que ambos no sólo están vinculados, sino que el conocimiento del uno permite igualmente comprender mejor el otro (Coulon 1988). La hipótesis que subyace tanto al objeto como al método es que el hecho de facilitar el acceso a los mecanismos de las interacciones y a su comprensión, puede ayudar a modificarlos. Alain Coulon describe otra particularidad que llama la atención en el trabajo de investigación que Hugh Mehan refleja en su tesis: el abandono de las famosas “hipótesis-anteriores-al-trabajo-sobre-el-terreno”.

Todo el proceso de investigación se pondrá a disposición a través de Altermediae.org, un cuaderno de campo on line en el que volcar los diferentes materiales. Este cuaderno de campo digital está basado en una plataforma libre de trabajo colaborativo (kune.cc) y será otra de las herramientas de investigación. Se trata de un “cerebro externo” que permite poner en relación con otras fórmulas las experiencias, agencias y posiciones que se suceden en Intermediae. Es una herramienta para entender Intermediae, y un espacio en el que describirla desde fuera. Esta herramienta sería un intento de contribuir a la generación de conocimiento compartido, distribuido y libre en paralelo al que se produce dentro de los límites estrictos de una estructura institucional. Altermediae se pondrá al servicio del registro y la puesta a disposición de este proceso de co-aprendizaje y co-investigación, ya que el desarrollo y los resultados de esta investigación, se podrán leer acompañados de al menos otra propuesta de trabajo, junto a la que ha sido concebida, en el marco de una investigación colaborativa.

En este sentido, esta tesis forma parte de una propuesta de co-investigación en dos tiempos y desde dos perspectivas investigadoras diferentes, compartiendo ciertas preguntas y ciertas herramientas metodológicas, así como un contexto situado de reflexión: Intermediae como caso de estudio en relación con otras posibles formas de institucionalidad artística y cultural por imaginar. En el caso de la investigación de Azucena Klett, titulada Instituciones culturales, curadoria expandida y gobernanzas híbridas el objeto de estudio y la hipótesis se construyen en torno a cómo esas posibles institucionalidades construyen una gobernanza distinta, y cómo podrían estas afectar a lo social. En el caso del trabajo aquí propuesto el objeto de estudio y la hipótesis se construyen en torno a cómo esas posibles institucionalidades construyen conocimiento, y cómo podría a partir de ahí caracterizarse una institucionalidad que aprende, una institución amateur. Ambas propuestas pretenden mostrar una visión dialógica de un proceso colectivo, desde una voz propia y autónoma. Dicho trabajo será desarrollado en estrecha colaboración y diálogo con Olga Fernández López, directora de ambos proyectos de tesis.

A lo largo el curso de la investigación se generarán momentos de trabajo formales en torno a intereses y prácticas metodológicas comunes o complementarias. En ese sentido hemos elaborado algunos trabajos previos conjuntamente (ver el apartado Progreso de la investigación) en los que pueden verse las referencias y metodologías de trabajo que compartimos. Será un espacio de trabajo en el que analizar los límites y retos a los que nos enfrentamos así como articular el seguimiento de nuestros procesos de trabajo. Se trata de una plataforma abierta de investigación y comisariado en proceso, con el título provisional de “Investigaciones indisciplinares”, desarrollada en colaboración con Olga Fernández López y Azucena Klett. Se trata de un espacio de trabajo colaborativo que explora formas de producción de conocimiento entre el contexto académico y las nuevas formas de institucionalidad artística y cultural, abriendo un espacio en el que poner en diálogo las posibilidades y herramientas propias de la academia y la práctica curatorial. Desde esta plataforma se articulará un programa de seminarios de trabajo abiertos a otros agentes interesados, en los que entrar en diálogo con investigadores y agentes desde diferentes materias relacionadas con el contexto de trabajo de las investigaciones que se integran ahora u otras que puedan integrarse en un futuro. Estos seminarios estarán también dedicados a la puesta en común de formas de investigación colaborativa, claves de trabajo en el ámbito de la curadoría, la mediación y la investigación, y perspectivas de análisis y prácticas en la construcción de otras formas de institucionalidad artística y cultural. Asimismo, se mantendrán una serie de sesiones de trabajo mensuales en las que poner en común lecturas compartidas, a través de la práctica habitual de un grupo de lectura, y el desarrollo y avances de las investigaciones en curso.

La pertinencia y los objetivos

La precarización de servicios públicos como la sanidad o educación, el crecimiento del desempleo y la pobreza y los recortes fruto de la “política” de austeridad han transformado también el paisaje de la producción cultural. Esta precarización hace interesante y urgente repensar el tipo de prácticas que están haciéndose viables en este momento e identificar en qué nuevos escenarios van a producirse nuevas o revitalizadas formas en el campo de la creación institucional. Y es interesante pensar en el lugar que ocupan nuestras prácticas en este gran mapa geopolítico. Rescatamos aquí los términos del grupo de investigación de la plataforma Another Roadmap for Arts Education, basado en Barcelona: “This means not only to promote critical perspectives on creativity, visual culture, feminism, precariousness and postcolonialism, among others, but also to rethink arts education in a way that includes the role it plays in the political and social struggles that emerge as dissident voices out of the crisis” 16.

Nos atrevemos a pensar que en el contexto cultural ha emergido un ecosistema que trata de resistir a la crisis económica y al radical cuestionamiento de la cultura de lo público. Nos resulta especialmente inspiradora la idea de interdependencia, que frente al antagonismo, tendría que ver con una co-dependencia existente entre una heterogeneidad de prácticas, agentes e instituciones. Esta interdependencia se desarrolla asumiendo responsabilidades en la gestión de la cultura pública, abriendo nuevas formas de colaboración o estableciendo diálogos nuevos con las instituciones, con el fin de construir una red sostenible o microsistema de proyectos. En este relato, uno posible entre muchos otros, las experiencias y proyectos que vamos encontrando permiten repensar las nociones de conflicto y antagonismo proyectadas desde las pedagogías críticas, junto al disenso, para describir la cultura como un espacio vivo, articulado en torno a una necesidad de negociación permanente.

Fricción y conflicto nos interesan ahora en tanto que categorías generativas, que responden a un momento de emergencia social y de desplazamiento de roles y funciones, junto a otras claves más interesantes que se producen en forma de contagios, de alianzas, bypasses, injertos, enredos (Fernández et al. 2015).17 

Desde este punto de vista, podría ser histórica la oportunidad no sólo de estar trabajando desde las instituciones públicas de la cultura, en un momento en el que lo público está siendo multilateralmente cuestionado, sino también de poder elaborar un análisis y una reflexión diseminables, que articulen de forma teórica este debate, con el fin de servir de base a otras iniciativas desde la práctica y a otros pensadores, desde la teoría. Este momento no debería ser utilizado como coartada para proceder al desmantelamiento de lo público. Sigue siendo necesario primero defender y luego generar espacios desde los que ejercitar y ensayar, en los que aprender juntas qué significa repensar los futuros espacios y modos de producción y distribución de cultura y conocimiento. Esto supone asumir el reto de trabajar en ello desde las estructuras de las que participamos y de compartirlo con otros mientras lo hacemos.

Con el fin de proponer algunas hipótesis para esta situación de crisis institucional que, sin embargo, abre nuevas oportunidades de rearticulación ecosistémica de la práctica, proponemos los siguientes hipótesis de partida:

1: Intermediae puede servir para la caracterización de un prototipo de “institución amateur”.

2: La curadoría puede ser interpretada como un tipo de metodología.

3: Esta investigación cumple una doble función: como espacio de autorrepresentación y como herramienta educativa/de investigación.

4: Es posible iniciar una investigación colaborativa capaz de afectar algunas formas de lo académico.

Estas hipótesis se apoyan metodológicamente en dos puntos clave. Por un lado, la opción de situar mi práctica en relación a otras con las que comparte el espacio y que formarán parte de las entrevistas. Por otro, la apertura del “código” del funcionamiento institucional y el compartir el relato de la experiencia de investigación. De este modo se podrá analizar en qué medida es replicable y en qué medida este análisis puede demostrar que no hay una sola fórmula; discernir qué es lo que permanece y qué es lo que está en permanente transformación.

También esta apertura se podrán determinar los límites tanto de la pregunta como del método. Abriendo el código organizativo y las lógicas de funcionamiento, y haciendo legibles las jerarquías no explícitas, se facilitaría la posibilidad de afectar los modelos de gobernanza de una institución cultural. (Collados 2012).

 

Bibliografía

Collados, A., 2012. Laboratorios Artísticos Colaborativos. Universidad de Granada.

Coulon, Alain, 1988.  La etnometodología. España: Anaya.

Fernández, O., 2014. What if an institution was curated? Intermediae as an institutional hypothesis.  InCurating

Research. New York: Open Editions.

Fernández, O., Klett, A., and López, Z., 2015. En medio de las cosas. Investigación indisciplinar, entre el espacio

artístico, la academia y la ciudad.  InTRANSDUCTORES 3. Prácticas artísticas en contexto. Itinerarios, útiles y

estrategias. Diputación Provincial de Granada.

Fundación de los comunes, 2014. Las luchas por los comunes en Europa, Asaltar los cielos. Análisis y propuestas

para una transformacón democrática.  Diagonal Períodico, 16 Jan.

Garfinkel, H., 1967.  Studies in ethnomethodology. Englewood Cliffs, NJ.: Prentice Hall.

Mörsch, C., 2015. Quita el terror del error.  InContradecirse una misma. Museos y mediación educativa crítica. Quito,

Ecuador, 198–207.

Orozco, A., 2014.  Subversión feminista de la economía. Madrid: Traficantes de Sueños.

Yared, A. and Davis, H., 2014. Talking in Circles: Interview, Conversation, Metalogue.  Journal for Artistic Research, 5.

17  Como ejemplos del tipo de proyecto al que nos referimos ver Citykitchen y Mesa ciudadana.  http://citykitchen.es  [accedido  12/05/2015] y  https://lamesaciudadana.wordpress.com  [accedido 12/05/2015]

Perales de Tajuña, mayo de 2015

 

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editando…

La propuesta de investigación

El objeto de la investigación Instituciones que aprenden es la redefinición de los espacios institucionales de la cultura, una de cuyas causas tiene que ver con su afectación por parte de los movimientos sociales.

Esta redefinición se está produciendo no sólo desde el plano discursivo y político, sino también, y lo que más nos interesa aquí, desde la acción desde dentro de la misma.

Se propone abrir un debate sobre la posibilidad de una creación institucional, que se daría en una encrucijada históricopolítica que algunos autores definen como la transición del welfare al commonfare (Fundación de los comunes 2014) y que puede ser abordada, dentro del campo de las instituciones culturales, desde la teoría y la práctica curatorial, por ejemplo.

eva arganzuela
Espacio Vecinal Arganzuela (eva)

Espacio-Vecinal-Arganzuela-ama-Mercado-Frutas-Legazpi

Nuevas formas de institucionalidad o de resistencia a la institucionalidad en relación a lo social ponen en práctica otras estrategias con el objetivo de experimentar formas de agencia, pero al estar en movimiento, son necesarios otros indicadores para desvelar qué se mueve en ellas, cómo, hacia dónde.

En la búsqueda de algunos antecedentes que puedan ayudar a entender los procesos más contemporáneos, en el contexto occidental encontramos en el aprendizaje de la autogestión desde la década de los sesenta un antecedente que permite analizar de qué modo y desde dónde se podría generar una “institución” propia. Asimismo encontramos antecedentes en diversas experiencias de escuelas de arte experimentales. A partir de estas y otras iniciativas, de distinto sesgo institucional o parainstitucional, se propone pensar sobre la posibilidad de un tipo, o más bien un prototipo, de “institución amateur” que tiene como una de sus características definitorias el ser una institución en un proceso continuo de aprendizaje.

La presente es una investigación basada en la práctica que desarrollo en una institución cultural (Intermediae) y que nace de una necesidad de autorreflexión teórica, que espero afectará de nuevo a la práctica. El hecho de que sea la acción la que mueve el pensamiento convierte esta investigación, al mismo tiempo, en una necesidad y un deseo, en una desesidad (Orozco 2014). Así, mi práctica “mueve” la investigación y mi objeto de estudio está atravesado por la institución en la que trabajo. Desde esta necesidad-deseo, y como parte del equipo curatorial de Intermediae, me propongo analizar éste y otros modelos distintos de abordar la praxis institucional, entendiendo por praxis el ir haciendo de las instituciones. Para ello creo necesario resituar las nociones de poder y gobernanza en relación a las nociones de mediación y aprendizaje. A partir de este cambio de perspectiva, surgen las siguientes preguntas: ¿Cómo y por qué construyen estas instituciones una gobernanza distinta, su propia gobernanza?, ¿Cómo se afectan de lo social y cómo lo social se puede ver afectado por ellas? ¿Cómo se produce y cómo circula el conocimiento y los saberes en esas prácticas institucionales?, ¿Cómo sería una institución amateur, una institución que aprende, y por tanto, autoconsciente y transformable?

El contexto y marco teórico

Entre los debates que se han interesado por el funcionamiento de las instituciones podemos señalar la denominada crítica institucional como uno de los que más influencia ha tenido en la campo de la producción artística. La crítica institucional enmarca un conjunto de “prácticas artísticas que tienen que ver con la función de las instituciones artísticas y con las relaciones de poder del mundo del arte y sus mecanismos de exclusión”, un tipo de crítica que ha tenido varias inflexiones desde los años setenta. Entre sus autores más destacados podemos señalar a Andrea Fraser y a Simon Sheikh. Éste autor caracteriza a una «tercera ola” o un retorno contemporáneo a los métodos de la crítica institucional, que implica un desplazamiento más allá del análisis crítico de las instituciones a partir de la posición del artista (que «desvela” su mecanismo y sus efectos reales de forma autorreflexiva) y que se orienta más a producir cambios y modificaciones en las propias instituciones.

Una forma posible de pensar un nuevo modelo de institución, que ya ha sido atravesada por los distintos giros posestructuralistas, podría ser una institución que, como señala Carmen Mörsch expandiendo las palabras de la antropóloga Patti Lather, se decanta por la defensa de un “hacer queer” de las instituciones. Esta apertura conceptual resuena en la propia práctica de Intermediae. 1

Las formas de institucionalidad que venimos ensayando se diferenciarían por ser espacios en los que el fracaso,  el error, la vulnerabilidad y la fragilidad pueden hacerse productivos, e incluso provocadores. Se trataría de «rechazar el dominio y control al moverse hacia la máxima proximidad posible, mientras se vigilan las trampas de la proyección e identificación, de modo que cada una de nosotras pueda permanecer como una extraña. Esto implica permanecer en el riesgo de ser despreciada y usar esto hacia un modo de experimentación positiva del estar, con el fin de provocar posibilidades éticas novedosas. Hacer «queer” la propia práctica es entonces explorar una manera de sobrevivir que se avanza, al ser opuesta y discontinua, a la configuración epistémica en la que una se encuentra, que infringe, pero que es obstinadamente posibilitadora. Estas rupturas, aunque finalmente nunca se alcanzaran, son siempre reactivadas como una inversión al generar nuevas ‘metodologías para salirse de la rutina” (Mörsch 2015).

En el caso de Intermediae este hacer(se) queer, podría abordarse como una forma propia de entender el comisariado que se identifica con la propuesta de una metodología institucional (o una pluralidad de metodologías), vulnerable(s), reactiva(s), imprecisa(s). Vista a través de otro marco, si la institución fuera pensada como un hardware y la práctica curatorial pudiera concebirse como su software, éste también podría imaginarse como de código abierto con el fin de poder ser afectado, mejorado, transformado por una pluralidad de agentes y usos. Esta posibilidad de apertura se encuentra, desde su origen, en la misión institucional y procedimientos de

Intermediae, un proyecto que se define desde 2007 como “ un espacio de producción de proyectos artísticos basado en la experimentación y el aprendizaje compartidos. (…) pensado como un laboratorio de producción de proyectos e innovación social, especializado en la cultura visual movida por la participación. Investiga nuevas formas de implicar a distintas audiencias en esfera del arte y la cultura. Entiende la creación como un espacio de aprendizaje compartido y la experimentación como una forma de implicación en la producción cultural. Colabora con proyectos comprometidos con una perspectiva de trabajo comunitaria como una práctica con la que producir innovación y transformación.(…) La programación es abierta y se compone de proyectos y propuestas que ponen en relación a creadores, espacios, redes, experiencias y prácticas, explorando modos distribuidos de hacer. Este modo de hacer también podría ser definido como comisariado menor, comisariado de la escucha o curadoría jaguar (a partir de Viveiros de Castro) y tendría en los procesos de mediación (feministas, afectivos, del cuidado) una forma concreta de articularse.

Sin embargo, Intermediae es también muchas “otras cosas” que no caben en este relato institucional. Prueba de ello son las transformaciones que su definición ha tenido a lo largo de su tiempo de vida, apenas siete años. Estos cambios son pequeños, basados en matices y en la conjugación de vocabularios diversos, pero son el reflejo de tensiones y transformaciones internas y externas, que creemos que sería interesante analizar, incluso preguntándose si la definición originaria de Intermediae en 2006 (“catalizador entre ciudadano artista e institución”) contenía ya desde el origen esa posibilidad de transformación y qué es lo que la posibilita. Una forma de poner en práctica este “hacer queer” ha sido pensar los procesos curatoriales de Intermediae como el planteamiento de diferentes hipótesis que se han ido poniendo en juego a lo largo de estos años: ¿Y si Intermediae fuera un laboratorio? ¿Y si Intermediae fuera una escuela? ¿Y si Intermediae fuera la calle? ¿Y si Intermediae fuera una oficina de mediación de la ciudad? (Fernández 2014). De este modo se habita/experimenta un espacio institucional que se resiste a definirse a priori y en el que, debido esa negativa a definirse “antes” se desencadenan ciertos procesos aprendizaje que obligan a todos (personas y planteamientos) a un continuo reposicionamiento, y por ello puede entenderse como una institución amateur.

Siguiendo esta línea, entrecruzada y enraizada con la teoría de la educación, cabría preguntarse entonces: si Intermediae fuera una “escuela”, ¿sería una escuela abierta a quién?, ¿enmarcada en qué tradiciones pedagógicas?

En este contexto queremos investigar qué otras iniciativas pedagógicas alternativas han surgido históricamente como espacios en los que aprender e implicarse de y con los problemas que la estructura social y económica en los que vivimos. Asimismo investigaremos ¿qué tipo de espacios y qué tipo de herramientas críticas se estarían poniendo en práctica?, ¿cuáles serían las formas y fórmulas de producción del conocimiento y cuáles las fronteras disciplinares?, ¿qué papel tendría con respecto a otros espacios educativos, formales e informales, con respecto a otros laboratorios y espacios de producción cultural? Como modelos y referencias en los que apoyarnos para este análisis podemos citar: FoAm (Bruselas), Casco (Utrecht), Centre for Possible Studies (Londres), Tabacalera (Madrid), The Public School (Chicago), YouCoop (Barcelona), Aula abierta (Granada), Recetas urbanas (Sevilla), Betalocal (San Juan de Puerto Rico), Microsillons (Ginebra), Ptarmigan (Helsinki), commoningtimes (Berlín).

Junto a este campo de acción institucional, Intermediae se ha dedicado de forma intensiva a los debates sobre la ciudad, y no es casual que esto haya sido pertinente precisamente en el momento en el que la especulación financiera y el desarrollo urbanístico han llegado a un límite y en que la precariedad ambiental es patente incluso en el contexto urbano. Así, considerando los proyectos artísticos como prototipos (precarios) de acción en la ciudad, Intermediae se ve reflejado en el compromiso que otros “laboratorios ciudadanos” declaran tener con el objetivo de convertir la ciudad en un lugar de producción discursiva y artística relevante y con ello contribuir a su mejora. En este sentido, esta tesis se pondrá en relación con laboratorios como por ejemplo Cannon Ball (Miami), y r.a.d, (siglas de “research, art, dialogue”) un espacio que define “ as a forum for dialogue and exchange, will render cultural discourse in the city more robust and dynamic by binding it to global conversations. This is part of an effort to foster a healthy cultural sphere that retains creative and critical practitioners in the city, which will help continue to develop Miami as a site of significant artistic and discursive production”

Este debate sobre la institución se sitúa en un espacio intermedio entre por un lado la tercera ola de la crítica institucional y los debates sobre la nueva institucionalidad, por otro, el debate sobre “lo público”, “lo común” y sus transformaciones y además se alimenta de la fuerza del debate actual en el terreno de la pedagogía crítica provocado por el giro educativo y el giro social en los estudios curatoriales. Con respecto a los dos primeros campos, encontramos una serie de autores y textos de referencia como pueden ser Simon Sheikh, Nina Möntman, George Yúdice, Hito Steyerl, Andrea Fraser, Gerald Raunig, Charles Escher, Judit Butler, Manuela Borja-Villel, Jorge Ribalta, Colectivo Situaciones, Comité Invisible, Marina Garcés, Elinor Ostrom, Marta Malo de Molina. Con respecto al tercero nos referimos a los textos de Irit Rogoff, Bruno Latour, Lucy Lippard, Elke Krasny, Maria Lind, Anton Vidokle, Julieta Aranda, Paul O´Neill, Sophie Hope, Sally Tallant, Jana Graham, Grant Kester, Claire Bishop, Rafael Sánchez Mateos, Tim Rollins, bell hooks, Carmen Moersch, Nora Sternfeld, Andrew Hunt, Louise Marie Pratt, Nora Landkammer, Liam Gillick, Kristina Lee Podesva, Henri Giroux, Eva Stürm, Javier Rodrigo, Aída Sánchez de Serdio, Antonio Collados, Jesús Carrillo, Manuel Delgado, Isaac Marrero, Eduardo Viveiros de Castro. Elegiremos los textos en relación a los debates que se desarrollan en el ámbito de las relaciones entre la educación y la historia del arte, tomando como un punto de arranque las prácticas y textos de Paulo Freire. Este autor defiende la responsabilidad política de la educación y denuncia los mecanismos de sumisión y violencia de la institución educativa, y lo hace en un contexto histórico en el que emerge una idea más amplia de “crítica institucional”, en la que se pone en cuestión también la institución arte. Algunas de las obras de Bertold Brecht y Walter Benjamin, de George Politzer, de Guy Debord, Lev S. Vygotski, Augusto Freinet, Augusto Boal o Iván Illich, pueden considerarse parte de la genealogía de una pedagogía entendida como ciencia social que se asoma al Arte por considerarlo el territorio de la imaginación política radical, no sólo como lugar de acción sino como lugar de reflexión y autorrepresentación.

Las metodologías

Pretendemos examinar esta práctica lo más cerca posible de su situación natural de funcionamiento: las situaciones, los contextos, los espacios en los que se producen. Las relaciones entre los agentes y los procesos nos llevarán a un intento de caracterización de una hipótesis de denominación algo poética: la “institución amateur”, como un relato sobre la posibilidad de una institución que es capaz de aprender. Debido a esta cercanía con el objeto principal de estudio, pensamos que la apelación a las herramientas metodológicas de la etnografía es de especial valor. Dentro de estas herramientas, las entrevistas y las conversaciones desempeñaran un papel fundamental. A partir de ellas, se articularán en torno a unos ejes concretos, para luego analizar las relaciones se producen entre ellas. Así, llegaremos a unas “conclusiones” a modo de caracterización, con la que poner a prueba la hipótesis general de que hay una lógica institucional en la que la propia institución se sitúa como aprendiza.

Utilizaremos la entrevista en grupo como metodología de investigación. Heather Davis y Amber Yared explican en una investigación conjunta cómo y por qué han utilizado éste y otros formatos dialógicos para investigar sobre pedagogías progresivas e infraestructuras sociales alternativas. Esto es precisamente porque ejemplifican el desborde entre las fronteras entre las humanidades, las ciencias sociales y las artes. Traer la entrevista, tradicionalmente una herramienta etnográfica, al campo de la práctica curatorial, puede provocar un empuje hacia una “revisión de los procesos, actuaciones y procedimientos de la educación y de la producción de conocimiento” (Yared and Davis 2014). Davis y Yared se plantearon adónde les llevaría tomar las entrevistas como una forma de implicarse en la creación y como momento de aprendizaje, y sobre lo que sucedería a lo largo del proceso de investigación de estas estructuras dialógicas de una manera más formal. Del mismo modo, utilizaremos la entrevista y otros modelos conversacionales, dado que estaremos describiendo y participando en modelos y lugares de encuentro, intercambio y producción de conocimiento que se transforman, y en los que esa producción de conocimiento está vinculada a la búsqueda de otras formas discursivas y por tanto de práctica.

De la misma manera que Anton Vidokle en su investigación para Manifesta caracterizara una serie de proyectos como “Education-as-Medium Projects” bajo una batería de premisas: ‘A tendency toward process ( versus object ) based production, an aleatory or open nature, a post-hierarchical learning environment where there are no teachers, just co-participants, a preference for exploratory, experimental, and multi-disciplinary approaches to knowledge production, an awareness of the instrumentalisation of the academy¨.

Asimismo, tomaremos en cuenta la etnometodología, que considera que “las actividades realizadas por los miembros para producir y manejar las situaciones de su vida organizada de todos los días son idénticas a los procedimientos utilizados para hacer descriptibles dichas situaciones (Garfinkel 1967). De hecho, para los etnometodólogos, la diferencia entre conocimiento práctico y conocimiento erudito no existen, ya que esta diferencia no se tiene en cuenta metodológicamente. Otro investigador, Steve Woolgar, en su estudio sobre la vida en el laboratorio de investigación, junto a Bruno Latour, puso nombre a lo que él llama «etnografía reflexiva», inspirándose en la etnometodología. La etnografía reflexiva se propone dar cuenta simultáneamente del objeto de la investigación y del método empleado durante la misma a partir de la hipótesis de que ambos no sólo están vinculados, sino que el conocimiento del uno permite igualmente comprender mejor el otro (Coulon 1988). La hipótesis que subyace tanto al objeto como al método es que el hecho de facilitar el acceso a los mecanismos de las interacciones y a su comprensión, puede ayudar a modificarlos. Alain Coulon describe otra particularidad que llama la atención en el trabajo de investigación que Hugh Mehan refleja en su tesis: el abandono de las famosas «hipótesis-anteriores-al-trabajo-sobre-el-terreno”.

Todo el proceso de investigación se pondrá a disposición a través de Altermediae.org, un cuaderno de campo on line en el que volcar los diferentes materiales. Este cuaderno de campo digital está basado en una plataforma libre de trabajo colaborativo (kune.cc) y será otra de las herramientas de investigación. Se trata de un “cerebro externo” que permite poner en relación con otras fórmulas las experiencias, agencias y posiciones que se suceden en Intermediae. Es una herramienta para entender Intermediae, y un espacio en el que describirla desde fuera. Esta herramienta sería un intento de contribuir a la generación de conocimiento compartido, distribuido y libre en paralelo al que se produce dentro de los límites estrictos de una estructura institucional. Altermediae se pondrá al servicio del registro y la puesta a disposición de este proceso de co-aprendizaje y co-investigación, ya que el desarrollo y los resultados de esta investigación, se podrán leer acompañados de al menos otra propuesta de trabajo, junto a la que ha sido concebida, en el marco de una investigación colaborativa.

En este sentido, esta tesis forma parte de una propuesta de co-investigación en dos tiempos y desde dos perspectivas investigadoras diferentes, compartiendo ciertas preguntas y ciertas herramientas metodológicas, así como un contexto situado de reflexión: Intermediae como caso de estudio en relación con otras posibles formas de institucionalidad artística y cultural por imaginar. En el caso de la investigación de Azucena Klett, titulada Instituciones culturales, curadoria expandida y gobernanzas híbridas el objeto de estudio y la hipótesis se construyen en torno a cómo esas posibles institucionalidades construyen una gobernanza distinta, y cómo podrían estas afectar a lo social. En el caso del trabajo aquí propuesto el objeto de estudio y la hipótesis se construyen en torno a cómo esas posibles institucionalidades construyen conocimiento, y cómo podría a partir de ahí caracterizarse una institucionalidad que aprende, una institución amateur. Ambas propuestas pretenden mostrar una visión dialógica de un proceso colectivo, desde una voz propia y autónoma. Dicho trabajo será desarrollado en estrecha colaboración y diálogo con Olga Fernández López, directora de ambos proyectos de tesis.

A lo largo el curso de la investigación se generarán momentos de trabajo formales en torno a intereses y prácticas metodológicas comunes o complementarias. En ese sentido hemos elaborado algunos trabajos previos conjuntamente (ver el apartado Progreso de la investigación) en los que pueden verse las referencias y metodologías de trabajo que compartimos. Será un espacio de trabajo en el que analizar los límites y retos a los que nos enfrentamos así como articular el seguimiento de nuestros procesos de trabajo. Se trata de una plataforma abierta de investigación y comisariado en proceso, con el título provisional de “Investigaciones indisciplinares”, desarrollada en colaboración con Olga Fernández López y Azucena Klett. Se trata de un espacio de trabajo colaborativo que explora formas de producción de conocimiento entre el contexto académico y las nuevas formas de institucionalidad artística y cultural, abriendo un espacio en el que poner en diálogo las posibilidades y herramientas propias de la academia y la práctica curatorial. Desde esta plataforma se articulará un programa de seminarios de trabajo abiertos a otros agentes interesados, en los que entrar en diálogo con investigadores y agentes desde diferentes materias relacionadas con el contexto de trabajo de las investigaciones que se integran ahora u otras que puedan integrarse en un futuro. Estos seminarios estarán también dedicados a la puesta en común de formas de investigación colaborativa, claves de trabajo en el ámbito de la curadoría, la mediación y la investigación, y perspectivas de análisis y prácticas en la construcción de otras formas de institucionalidad artística y cultural. Asimismo, se mantendrán una serie de sesiones de trabajo mensuales en las que poner en común lecturas compartidas, a través de la práctica habitual de un grupo de lectura, y el desarrollo y avances de las investigaciones en curso.

La pertinencia y los objetivos

La precarización de servicios públicos como la sanidad o educación, el crecimiento del desempleo y la pobreza y los recortes fruto de la “política” de austeridad han transformado también el paisaje de la producción cultural. Esta precarización hace interesante y urgente repensar el tipo de prácticas que están haciéndose viables en este momento e identificar en qué nuevos escenarios van a producirse nuevas o revitalizadas formas en el campo de la creación institucional. Y es interesante pensar en el lugar que ocupan nuestras prácticas en este gran mapa geopolítico. Rescatamos aquí los términos del grupo de investigación de la plataforma Another Roadmap for Arts Education, basado en Barcelona: “This means not only to promote critical perspectives on creativity, visual culture, feminism, precariousness and postcolonialism, among others, but also to rethink arts education in a way that includes the role it plays in the political and social struggles that emerge as dissident voices out of the crisis” 16.

Nos atrevemos a pensar que en el contexto cultural ha emergido un ecosistema que trata de resistir a la crisis económica y al radical cuestionamiento de la cultura de lo público. Nos resulta especialmente inspiradora la idea de interdependencia, que frente al antagonismo, tendría que ver con una co-dependencia existente entre una heterogeneidad de prácticas, agentes e instituciones. Esta interdependencia se desarrolla asumiendo responsabilidades en la gestión de la cultura pública, abriendo nuevas formas de colaboración o estableciendo diálogos nuevos con las instituciones, con el fin de construir una red sostenible o microsistema de proyectos. En este relato, uno posible entre muchos otros, las experiencias y proyectos que vamos encontrando permiten repensar las nociones de conflicto y antagonismo proyectadas desde las pedagogías críticas, junto al disenso, para describir la cultura como un espacio vivo, articulado en torno a una necesidad de negociación permanente.

Fricción y conflicto nos interesan ahora en tanto que categorías generativas, que responden a un momento de emergencia social y de desplazamiento de roles y funciones, junto a otras claves más interesantes que se producen en forma de contagios, de alianzas, bypasses, injertos, enredos (Fernández et al. 2015).17 

Desde este punto de vista, podría ser histórica la oportunidad no sólo de estar trabajando desde las instituciones públicas de la cultura, en un momento en el que lo público está siendo multilateralmente cuestionado, sino también de poder elaborar un análisis y una reflexión diseminables, que articulen de forma teórica este debate, con el fin de servir de base a otras iniciativas desde la práctica y a otros pensadores, desde la teoría. Este momento no debería ser utilizado como coartada para proceder al desmantelamiento de lo público. Sigue siendo necesario primero defender y luego generar espacios desde los que ejercitar y ensayar, en los que aprender juntas qué significa repensar los futuros espacios y modos de producción y distribución de cultura y conocimiento. Esto supone asumir el reto de trabajar en ello desde las estructuras de las que participamos y de compartirlo con otros mientras lo hacemos.

Con el fin de proponer algunas hipótesis para esta situación de crisis institucional que, sin embargo, abre nuevas oportunidades de rearticulación ecosistémica de la práctica, proponemos los siguientes hipótesis de partida:

1: Intermediae puede servir para la caracterización de un prototipo de “institución amateur”.

2: La curadoría puede ser interpretada como un tipo de metodología.

3: Esta investigación cumple una doble función: como espacio de autorrepresentación y como herramienta

educativa.

4: Es posible iniciar una investigación colaborativa capaz de afectar algunas formas de lo académico.

Estas hipótesis se apoyan metodológicamente en dos puntos clave. Por un lado, la opción de situar mi práctica en relación a otras con las que comparte el espacio y que formarán parte de las entrevistas. Por otro, la apertura del “código” del funcionamiento institucional y el compartir el relato de la experiencia de investigación. De este modo se podrá analizar en qué medida es replicable y en qué medida este análisis puede demostrar que no hay una sola fórmula; discernir qué es lo que permanece y qué es lo que está en permanente transformación.

También esta apertura se podrán determinar los límites tanto de la pregunta como del método. Abriendo el código organizativo y las lógicas de funcionamiento, y haciendo legibles las jerarquías no explícitas, se facilitaría la posibilidad de afectar los modelos de gobernanza de una institución cultural. (Collados 2012).

Bibliografía

Collados, A., 2012. Laboratorios Artísticos Colaborativos. Universidad de Granada.

Coulon, Alain, 1988. La etnometodología. España: Anaya.

Fernández, O., 2014. What if an institution was curated? Intermediae as an institutional hypothesis. In: Curating Research. New York: Open Editions.

Fernández, O., Klett, A., and López, Z., 2015. En medio de las cosas. Investigación indisciplinar, entre el espacio

artístico, la academia y la ciudad. In: TRANSDUCTORES 3. Prácticas artísticas en contexto. Itinerarios, útiles y estrategias. Diputación Provincial de Granada.

Fundación de los comunes, 2014. Las luchas por los comunes en Europa, Asaltar los cielos. Análisis y propuestas para una transformación democrática. Diagonal Periódico, 16 Jan.

Garfinkel, H., 1967. Studies in ethnomethodology. Englewood Cliffs, NJ.: Prentice Hall.

Mörsch, C., 2015. Quita el terror del error. In: Contradecirse una misma. Museos y mediación educativa crítica. Quito, Ecuador, 198–207.

Orozco, A., 2014. Subversión feminista de la economía. Madrid: Traficantes de Sueños.

Yared, A. and Davis, H., 2014. Talking in Circles: Interview, Conversation, Metalogue. Journal for Artistic Research, 5.

* Como ejemplos del tipo de proyecto al que nos referimos ver Citykitchen y Mesa ciudadana. http://citykitchen.es [accedido 12/05/2015] y https://lamesaciudadana.wordpress.com [accedido 12/05/2015]

Madrid, mayo de 2015